El Principito de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944) ha logrado encantar verdaderamente a todo tipo de lector, tanto a niños como a adultos, las 'personas grandes'; pero, ¿a qué se debe esta fascinación por El Principito?, ¿Por qué se suele escuchar el típico comentario de "¡Es muy lindo!" cuando se pregunta por la obra?, ¿Qué significa que El Principito sea un libro "sencillo" y a la vez "tan profundo"? La razón fundamental que se encuentra en el inconsciente es que mediante la temática de la simplicidad y la domesticación, El Principito revela el secreto de la felicidad e invita a vivir la vida de acuerdo a estos tópicos.
El encanto del personaje, la ternura de la historia y la forma de relatarla son factores que atraen al lector a la novela y a indagar en ella. Sin embargo existen más razones. Veremos que la filosofía del libro opera de dos maneras: primero, atrapa al lector con la dulzura e inocencia del narrador (el piloto) desde sus primeras páginas –que relata la historia de su experiencia de cuando tenía seis años-, para luego introducirlo en el mundo revelador del Principito y de las ‘cosas importantes’.
En ese sentido El Principito resultó ser para la humanidad una revelación, y el hecho de que sea un libro dedicado a los niños no quiere decir que trate de temas infantiles, sino que se dedica a los niños porque ellos son capaces de comprender las cosas que realmente importan. Los niños tienen la inocencia y sutileza de ver en lo pequeño grandes milagros.
El principito sin duda ha llamado la atención de niños y adultos por tener el secreto de la felicidad contenida en unas cuantas páginas. Lo esencial es invisible, es necesaria la domesticación, es imperante detenerse para contemplar y beber de la fuente para llenar el corazón con la vigorosa fuerza del amor. El principito cala profundamente en el inconsciente de las personas acerca de estos temas e invita preguntarse qué es lo importante. Las cosas importantes en el contexto de El Principito están ligadas a la belleza de las cosas simples. Es esta temática de simplicidad que toca el libro la que ha despertado el interés y ha permitido abrir todos los sentidos para comprender el misterio que trae consigo el principito y que lo trae a nuestro planeta.
La simplicidad como tema se complejiza en el personaje de este niño proveniente de otro planeta preocupado de la vida de una rosa indefensa, de cortar los árboles dañinos de su pequeño planeta y de contemplar las puestas de sol. Se dice que es ‘simple’ porque las preocupaciones de su mente y de su corazón –sobre todo de él- están puestas en cosas tan ‘cotidianas’ para las personas mayores (acostumbrados de manejar y preocuparse de temas de ‘relevancia’ como lo son las cifras, el trabajo y el dinero) que no logran observar que el misterio de la felicidad está justamente en lo pequeño del planeta.
La vida nos ha demostrado que existe una necesidad de El Principito. Este vino a salvar a nuestra especie de la monotonía y la rutina, y vino a reemplazarlos por la domesticación para darle un sentido. Sin embargo el Principito para regresar a su planeta tuvo que morir.
Pero ¿acaso puede morir El Principito? Sería como preguntarse ¿acaso pueden dejar de brillar las estrellas?: “Tú tendrás estrellas como nadie las ha tenido. […] Cuando mires el cielo por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!” (Saint-Exupéry, 117), dijo el principito al piloto.
El Principito no morirá nunca mientras haya un corazón que ría con las estrellas de la noche, El Principito no morirá nunca mientras haya personas que sepan comprender y ver lo esencial con el corazón, como los niños. Pues solo los niños saben lo que buscan. Por lo tanto debemos aprender a volver a ser niños, los que un día fuimos, pues los ojos de las ‘personas grandes’ están ciegos porque no saben que es necesario buscar con el corazón.
He aquí su legado, buscar con el corazón pues lo esencial es invisible a los ojos. El mundo no ha cambiado desde que el Principito pisó esta tierra, pero es posible verlo con sus ojos. Entonces comprenderemos que lo importante consiste en domesticar a otro corazón para poder tener un tesoro, comprenderemos que el alimento del corazón puede ser un pozo en medio del desierto o el sonido de una roldana que nos enriquezca el alma. Comprenderemos finalmente que a pesar de llevar muchos años a cuestas, dentro nuestro se esconde un principito que ríe en todas las estrellas y que por lo tanto, somos responsables de hacerles ver a otras ‘personas grandes’ el misterio de la verdadera felicidad y así volver más humano el desierto en el corazón de los hombres.